lunes, 16 de abril de 2012

Semana Santa


       Después de Carnaval empieza la Cuaresma. El miércoles de ceniza era día de ayuno y abstinencia. Todos los viernes de cuaresma se hacía abstinencia, que terminaba en Viernes Santo. Este día en algunas masías se comía “ajipebre” (tortilla de arroz) o bacalao. El ayuno consistía en no comer nada hasta la hora de la comida. No se comía carne, lo normal era comer lo que había por la casa (patatas, alubias, arroz…).
Durante estos días (de miércoles de ceniza hasta el Domingo de Pascua) estaba prohibido realizar actos festivos (ni baile, ni amonestarse, ni casarse…).
En Jueves Santo y Viernes Santo no se tocaban las campanas. En su lugar iban los monaguillos por las calles con unas carracas, avisando de los toques.
La madrugada del sábado al domingo, es tradición que los quintos pongan las “aleluyas”. Antiguamente se pintaban con azulete en la fachada y en el suelo, hoy en día se escriben en papel de estraza y se pegan en las fachadas con una cola hecha con harina y agua. Se suelen dedicar al cura, a los patrones del pueblo, al ayuntamiento, al aguacil, y a los quintos del año anterior y posterior.



El Domingo de Pascua era tradición ir a recoger la “rosca o bizcocho de Pascua” a casa de los padrinos.


Rosca de conserva


Rosca de huevo duro


Bizcocho 


Las tardes de domingo, lunes y martes de Pascua, todas las cuadrillas de amigos se juntaban para ir de merienda a fuentes cercanas (el Tajo, el Gamelloncillo, la Huerta, el Maestro, San Lamberto…). Se llevaban un bocadillo, un trozo de rosca y una botella de Mirinda/Sandaru/Cocacola.  Los panecillos se elaboraban especialmente para estas fechas.